domingo, 20 de marzo de 2011

Inteligencias Múltiples

Inteligencia verbal o lingüística: la capacidad para usar palabras habladas, escritas u oídas. Permite a las personas comunicarse y encontrar significados a partir de palabras. Los autores o poetas ejemplifican esta inteligencia, así las personas a quienes les gusta jugar con rimas y chistes, que les agradan historias y que aprenden fácilmente idiomas extranjeros.

Inteligencia matemática o lógica: números, signos y relaciones: permite a los individuos usar y apreciar las relaciones abstractas. Despliegan esta inteligencia los científicos, matemáticos y filósofos, así como las personas que analizan con cuidado los componentes de los problemas de deportes u otros temas de la vida cotidiana.

Inteligencia interpersonal: la capacidad para entender los estados de ánimo y las preocupaciones de los demás: permite a los individuos reconocer y distinguir entre los sentimientos  de otros y sus intenciones. Las personas demuestran esta inteligencia cuando saben trabajar en grupo, cuando se dan cuenta y reaccionan ante los estados de ánimo de sus amigos y compañeros y cuando convencen con tacto a sus superiores de algunas ideas propias.

Inteligencia intrapersonal: la capacidad para entender los sentimiento propios: ayuda a los individuos para entender y distinguir sus propios sentimientos, a construir modelos mentales veraces de sí mismo, a conocer sus habilidades y deficiencias y a no tener falsas expectativas respecto a su desempeño.

Inteligencia corporal o kinestésica: cuando los músculos tienen memoria y significado propio. Permite a los individuos usar su cuerpo o partes de él para crear productos o resolver problemas. Los atletas, cirujanos, bailarines, coreógrafos y artesanos utilizan mucho esta inteligencia. Las personas que la poseen prefieren hacer maquetas, así como gozar de actividades físicas y de la danza y el teatro.

Inteligencia musical: trabajar con sonidos en su infinita variedad: posibilita a los individuos a comunicarse, crear y comprender significados por medio de sonidos. Los compositores y músicos, así como las personas que se sienten atraídas por los ruidos con un lápiz o con el pie poseen este tipo de inteligencia.

Inteligencia espacial: la capacidad para visualizar objetos o lugares con movimiento y dimensiones: hace posible que los individuos perciban información visual o espacial, transforma esta información y recrear de memoria imágenes  visuales. Esta inteligencia es esencial para escultores, arquitectos e ingenieros. Las personas que poseen esta inteligencia se apoyan en gráficas e imágenes y les gusta hacer mapas de sus ideas.

Inteligencia naturalista: clasificación, discriminación y observación del medio: permite a los individuos distinguir y utilizar elementos del ambiente urbano, suburbano, rural y natural. Tiene esta inteligencia los agricultores, jardineros, botánicos, geólogos, florista y arqueólogos, así como las personas que pueden nombrar y describir características de una gran variedad de modelos de automóviles, aviones u otros objetos o fenómenos de su entorno.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Estilos de Aprendizaje


El término "estilo de aprendizaje" se refiere al hecho de que cuando queremos aprender algo cada uno de nosotros utiliza su propio método o conjunto de estrategias. Aunque las estrategias concretas que utilizamos varían según lo que queramos aprender, cada uno de nosotros tiende a desarrollar unas preferencias globales. Esas preferencias o tendencias a utilizar más unas determinadas maneras de aprender que otras constituyen nuestro estilo de aprendizaje.
 
Que no todos aprendemos igual, ni a la misma velocidad no es ninguna novedad. En cualquier grupo en el que más de dos personas empiecen a estudiar una materia todos juntos y partiendo del mismo nivel, nos encontraremos al cabo de muy poco tiempo con grandes diferencias en los conocimientos de cada miembro del grupo y eso a pesar del hecho de que aparentemente todos han recibido las mismas explicaciones y hecho las mismas actividades y ejercicios. Cada miembro del grupo aprenderá de manera distinta, tendrá dudas distintas y avanzará más en unas áreas que en otras.
 
Esas diferencias en el aprendizaje son el resultado de muchos factores, como por ejemplo la motivación, el bagaje cultural previo y la edad. Pero esos factores no explican porque con frecuencia nos encontramos con alumnos con la misma motivación y de la misma edad y bagaje cultural que, sin embargo, aprenden de distinta manera, de tal forma que, mientras a uno se le da muy bien redactar, al otro le resultan mucho más fácil los ejercicios de gramática. Esas diferencias si podrían deberse, sin embargo, a su distinta manera de aprender.
 
Tanto desde el punto de vista del alumno como del punto de vista del profesor el concepto de los estilos de aprendizaje resulta especialmente atrayente porque nos ofrece grandes posibilidades de actuación para conseguir un aprendizaje más efectivo.
 
El concepto de los estilos de aprendizaje está directamente relacionado con la concepción del aprendizaje como un proceso activo. Si consideramos que el aprendizaje equivale a recibir información de manera pasiva lo que el alumno haga o piense no es muy importante, pero si entendemos el aprendizaje como la elaboración por parte del receptor de la información recibida parece bastante evidente que cada uno de nosotros elaborará y relacionará los datos recibidos en función de sus propias características.
 
Los distintos modelos y teorías existentes sobre estilos de aprendizaje lo que nos ofrecen es un marco conceptual que nos ayude a entender los comportamientos que observamos a diario en el aula, como se relacionan esos comportamientos con la forma en que están aprendiendo nuestros alumnos y el tipo de actuaciones que pueden resultar más eficaces en un momento dado.

Las estrategias del siglo XXI


Definidas de una manera amplia, las estrategias de aprendizaje son conductas o pensamientos que facilitan el aprendizaje. Estas estrategias van desde las simples habilidades de estudio, como el subrayado de la idea principal, hasta los procesos de pensamiento complejo como el usar las analogías para relacionar el conocimiento previo con la nueva información (Weistein, Ridley, Dahl y Weber, 1988-1989).

Una primera aproximación a las estrategias de aprendizaje nos remite a la diferenciación entre estrategias impuestas e inducidas, principalmente referidas al estudio de textos escolares. Las primeras son impuestas por el profesor o programador de textos al realizar modificaciones o manipulaciones en el contenido o estructura del material de aprendizaje. Las estrategias inducidas se vinculan con el entrenamiento de los sujetos para manejar directamente y por sí mismos procedimientos que les permitan aprender con éxito. Es decir, las estrategias impuestas son elementos didácticos que se intercalan en el texto, como resúmenes, preguntas de reflexión, ejercicios, autoevaluaciones, etc., mientras que las estrategias inducidas son aportaciones, como el auto-interrogatorio, la elaboración, la repetición y la imaginería, los cuales son desarrollados por el estudiante y constituyen sus propias estrategias de aprendizaje.

Los dos tipos de estrategias:

Instruccionales (impuestas) y de aprendizaje (inducidas), son estrategias cognoscitivas, involucradas en el procesamiento de la información a partir de textos, que realiza un lector, aun cuando en el primer caso el énfasis se hace en el material y el segundo en el aprendiz (Aguilar y Díaz Barriga, 1988).